Novelas ligeras en español

miércoles, 14 de marzo de 2018

Maou-sama no capitulo 99

POV de Señor Demonio [Dragón]

El Señor Demonio [Dragón] Astarot, recorría por el cielo como un dragón.

Había confiado a su facción de Señores Demoníacos la tarea de atacar las mazmorras de los que atacaron a la Señor Demoni [Bestia]. En cuanto al propio Astaroth, iba a ocuparse del que estaba detrás de todo.

Dirigiendo la carga había veinte dragones seleccionados. Todos excepto uno de los veinte eran monstruos de nivel A completamente entrenados y completamente nivelados. Cierto dragón estaba vestido de tinieblas, mientras que otro estaba vestido de electricidad. Cada uno era diferente, pero todos, sin excepción, eran extremadamente poderosos.

La medalla Dragón era extraordinariamente poderosa incluso entre las medallas de rango A. Los dragones nacidos de ella aplastaron todo en su camino. No había un Señor Demonio tan tonto como para luchar de frente contra [Dragón].

El lugar al que el Señor Demonio [Dragón] estaba apuntando era la fortaleza del enemigo, la Santa Capital.

Sólo había una persona [Dragón] quien podía pensar que estaba detrás de todo esto:El Señor Demonio [Negro] Balam.

¿Quién era el siguiente más poderoso después de los tres Señores Demoníacos más fuertes? El Señor Demonio Balam aparecería incuestionablemente en las mentes de la mayoría cuando se le hacía esa pregunta.

Era el único Señor Demonio cuyo título era el nombre de un color. Su Habilidad Única le permitió hacer varias cosas siempre y cuando estuviera asociado con el color negro. Era una habilidad extremadamente versátil pero como compensación, cada uno de sus efectos era extremadamente débil aunque su consumo de poder mágico era terriblemente alto.

Su medalla también ofrecía una gran versatilidad ya que tenía la capacidad de cambiar durante la Síntesis a cualquier medalla aleatoria asociada con [Negro]. Era muy parecido a jugar cada vez.

Para atraer a los humanos, usó la religión. Además, al convertir su mazmorra en un lugar sagrado para su religión, pudo recoger eficazmente las emociones de los seres humanos.

Había otros Señores Demonios que trataban de imitarlo, pero él era el único que tenía éxito.

Controlar a los humanos libremente era difícil. E incluso si los otros Señores Demonios pudieran eventualmente hacerlo, iban a ser expulsados de la carrera por el Señor Demonio [Negro] primero.

Era el tipo de Señor Demonio que no permitía la competencia y quería monopolizarlo todo. Tal era el Señor Demonio [Negro] Balam.

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Las fuerzas de Dragón habían llegado a la Santa Capital. Tan pronto como llegaron a la ciudad, sus ciudadanos entraron en pánico mientras los soldados y aventureros se preparaban para interceptar a los invasores.

No había habido ni un solo Señor Demonio que se atreviera a atacar la Santa Capital.

Después de todo, para los obispos de varios países, el Señor Demonio [Negro] era su dios. Por lo tanto, atacar esta ciudad equivalía a declarar a toda la humanidad que usted era su enemigo.

Un Señor Demonio ordinario dudaría al principio y luego abandonaría por completo la idea de atacar la Santa Capital. Sin embargo, para el Señor Demonio [Dragón], los sentimientos en su pecho no eran de vacilación, sino más bien confianza hasta el punto de arrogancia en sus propias habilidades.

Para él, los seres humanos, sin importar cuántos de ellos permanecieran juntos, nunca podrían amenazar su calabozo. Más bien, sería un buen ascenso para su mazmorra. Montones de humanos vendrían al calabozo sin la necesidad habitual de atraerlos.

Mientras pensaba en eso, una feroz sonrisa flotaba en su vieja cara. Normalmente, parecería que el suyo era un rostro de serenidad, pero en realidad, era un rostro de furia implacable y crueldad.

Cualquiera que lo conociera advertiría que si alguna vez hubo uno que no debería estar enfadado, era él.

"Ahora, entremos en la capital sagrada."

Para los dragones que volaban en el cielo, cosas como las paredes hechas por los humanos para impedir a sus atacantes no eran nada. Pero entonces, cuando volaron sobre las paredes, los dragones chocaron con una barrera invisible.

Esta barrera defensiva no era producto de la habilidad especial de un monstruo; fue hecha por los desesperados esfuerzos de los humanos dentro de la Santa Capital.

Los humanos no debieron haber sido capaces de usar una barrera lo suficientemente fuerte como para impedir incluso a las elites de [Dragón] pero si muchos sacerdotes estaban dispuestos a sacrificar sus vidas, era una historia diferente.

Ellos sacrificaron sus vidas no porque estuvieran siendo amenazados o manipulados, sino simplemente por su fe en su dios.

Viendo a tales humanos, el Señor Demonio [Dragón] Astaroth se compadeció de ellos.

Sabía que el Señor Demonio [Negro] no sentía compasión por los humanos. Peor aún, eran vistos como nada más que ganado.

Lo menos que podía era hacerlos sufrir lo menos posible.

"Sal de aquí, pariente mío."

Por orden suya, 19 de los veinte dragones activaron [Berserk] y fueron vestidos con una neblina negra.

[Berserk]

Era la habilidad diabólica que los monstruos hechos con la medalla [Dragón] podían tener. A cambio de perder su inteligencia y razón, aumentó todas las estadísticas del monstruo excepto la suerte. Si un monstruo de rango A con un nivel progresivo fue hecho con [Berserk], esto permitiría a dicho monstruo competir incluso contra un monstruo de rango S.

Originalmente, sin embargo, excepto para algunos monstruos especiales, esta habilidad no podía ser convenientemente encendida o apagada, haciendo que los monstruos empapados en locura imposible de controlar.

Sin embargo, 19 de las veinte elites del Señor Demonio [Dragón] , la [División del Dragón Furioso], fueron capaces de suprimir a Berserk durante los tiempos normales y cuando se activó, pudieron permanecer en control durante unos quince minutos.

En cuanto a lo que hizo esto posible…

"César, ¿cómo está? Ha pasado mucho tiempo desde que tú y yo hemos visto la batalla, ¿no? ¿Te has vuelto aburrido?"

<…>

El Emperador Dragón Tupón le dio a su amo una mirada tranquila.

Entre todos los dragones, este de plata era el más sublime, bello y poderoso.

Era el tercero de los monstruos del Pacto de [Dragón]. También era su único grado S.

Con la excepción del Señor Demonio [Creación], los monstruos de rango S no se hacían normalmente. Se obtenían comúnmente a través de las recompensas dadas por el Creador. El Emperador Dragón Tupón era un de esos monstruos.

Tenía una habilidad llamada [Dragón Emperador] que le permitía gobernar sobre todo tipo de dragones.

Incluso si un dragón estuviera bajo la influencia de Berserk, seguiría obedeciendo las órdenes del portador de la habilidad. Eso no era todo; las fuerzas dirigidas por el Emperador Dragón Tupón también experimentaron el mayor aumento de su poder.

El Dragón Negro de la Muerte Siegwurm hecho por el Señor Demonio [Creación] Procell también poseía el [Emperador Dragón] pero no podía compararse con el otro dragón.

Después de todo, la habilidad del [Emperador Dragón] era una habilidad que podía fortalecerse haciendo que el portador de la habilidad devorara el alma y el poder de otros dragones. Uno sólo podía convertirse en un rey de dragones, en el verdadero sentido de la palabra, cuando esta habilidad había florecido.

El Emperador Dragón Tupón, que había luchado en innumerables batallas, obviamente había cumplido esa condición una y otra vez, y se había convertido así en un verdadero monarca de dragones.

"Inclínate ante nuestras reglas. Mi [División del Dragón Furioso] aplastará a cualquiera que se interponga en nuestro camino."

Por el momento, las fuerzas de élite del Señor Demonio [Dragón] eran todas equivalentes a los monstruos de rango S… en realidad, eran más fuertes que los monstruos de rango S promedio.

Contra estas criaturas de pesadilla, la barrera defensiva construida sobre el sacrificio de vidas humanas se rompió como cristalería.

Los dragones entraron en la capital sagrada y arrasaron como deseaban. Los humanos que defendían la ciudad trataron de resistirse, pero todo fue inútil. Innumerables flechas y hechizos mágicos fueron lanzados contra los dragones pero la mayoría no golpearon y aunque lo hicieran, no hicieron nada.

Por el contrario, sólo un ataque de un dragón costó docenas de vidas humanas.

Cada miembro de la [División del Dragón Furioso] era un monstruo de pesadilla que salía directamente del cuento para dormir de un niño. Cada uno de ellos era un monstruo que llevaría a cientos de caballeros y docenas de héroes a la derrota, pero ahora había veinte de esos monstruos. Los humanos no tenían ninguna oportunidad de ganar.

Y así, las fuerzas de élite lideradas por el Emperador Dragón Tupón llegaron a su destino que por fuera parecía una escuela. La entrada a este lugar estaba restringida a unos pocos para guardar lo que estaba en secreto. En cuanto a lo que realmente era, era una instalación de cultivo con el propósito de hacer héroes artificialmente.

Ante su entrada había un solo Señor Demonio.

Era el Señor Demonio Balam.

Era un joven hermoso que vestía ropas aristocráticas negras. Ya fuera para mantener las apariencias, sólo iba acompañado de humanos y monstruos tipo ángel.

Los humanos de los alrededores estaban arrodillados y rezando, querido fundador, ¡sálvanos!

"¡Señor Demonio Astaroth, ¡cómo os atrevéis a hacer lo que queráis en mi jardín! Cualquier cosa más y no te perdonaré. Te haré pagar-"

"No me perdonas, ¿eh? Dime, ¿cómo exactamente me vas a hacer pagar?"

En el preciso momento en que se planteó la pregunta, los dragones abrieron sus mandíbulas y realizaron su ataque especial: un aliento.

Los ataques de aliento de relámpagos, fuego, agua, oscuridad, luz, viento y todos los atributos posibles volaban al mismo tiempo.

Los ataques de aliento que estaban más allá del entendimiento humano chocaron con la configuración de la barrera de antemano por los monstruos ángeles. Sin embargo, esta barrera se rompió como si fuera papel.

De esta manera, la facilidad de cultivo que el Señor Demonio [Negro] trató de proteger desapareció.

Debido a la fuerza excesiva de los ataques respiratorios, no quedó rastro de la instalación.

"Ahora, se ha ido. ¿Qué vas a hacer ahora? Dime, ¿¡¿Cómo exactamente me harás pagar?!?"

El Señor Demonio Astaroth se rió a carcajadas, distorsionando su cara arrugada. Su lado cruel en su interior estaba saliendo a la superficie.

Los dragones que estaban detrás de él empezaron a reírse también. En reacción a esto, la cara del Señor Demonio [Negro] quedó apretada y llena de ira.

"Para ti, un juguete del Creador, hacer esto a mi sueño. Tú, sin pensar, haces tonterías como si fueras un engranaje en una máquina."

Las palabras dichas estaban llenas de desprecio, pero el Señor Demonio [Dragón] sólo continuó riéndose.

Después de un tiempo, los dos Señores Demoníacos cerraron los ojos. Al hacerlo, los dragones actuaron salvajemente y los humanos y ángeles murieron poco después.

"Realmente no sabes nada, ¿verdad? Los Señores Demonio existimos sólo para el beneficio de los humanos, obligados a hacerlos más fuertes. Somos seres atados a esa regla. A pesar de nuestras fuerzas divinas, nos vemos obligados a ser esclavos de estos humanos."

Lo que el Señor Demonio [Negro] dijo fue completamente correcto.

Para que un Señor Demonio se alimentara de las emociones de los humanos, tenían que dar alguna forma de beneficios a estos últimos. Incluso si sus acciones causaran daño a los humanos, al final serviría como una prueba para que la especie creciera más fuerte.

Así pues, los Señores Demonio eran verdaderamente seres destinados a hacer prosperar a los humanos y a sus civilizaciones. Verdaderamente eran Hijos del Planeta, engranajes diseñados para conducir este planeta a la siguiente etapa.

Incluso el Señor Demonio [Negro], que se veía a sí mismo usando a los humanos a través de la religión, no estaba exento de esto. Sólo por dar a los humanos el concepto de religión, él había contribuido a su crecimiento.

Mientras que el Señor Demonio fuera un Señor Demonio, estaba atado a esta regla y a este destino.

"¿Y qué? No tengo reparos con esa regla. Incluso con eso, soy libre de elegir qué camino tomar."

"No estoy de acuerdo. Estoy seguro de que hasta tú conoces a Señores Demonio maltratados hasta la muerte por humanos, ¿no? O de Señores Demonio que no quieren usar monstruos para atraer a los humanos para que se abstengan de alimentarse de las emociones, pero eventualmente mueren. O de Señores Demonio que soñaban con coexistir con los humanos pero que se aprovechan de ellos. Actuaba por una gran causa: liberar a todos los Señores Demonio de tal regla. Con ese fin, ¡esta instalación era necesaria!"

Para todos los Señores Demonio, el Señor Demonio [Negro] lloró y realmente se refería a esas palabras. Sin embargo, no afectó al Señor Demonio [Dragón] y no fue por falta de entendimiento.

El Señor Demonio [Dragón] también tenía preguntas sobre su existencia como Señores Demonio. Tal vez él era incluso el que tenía la comprensión más correcta de la situación. Dicho esto, no era completamente comprensivo con el Señor Demonio [Negro].

"Dices cosas muy extrañas. ¿No te gusta que tus monstruos sean un cebo para los humanos? Entonces puedes hacer algo como lo que [Creación] está haciendo. ¿Y Señores Demonio de los que se aprovechan? Sólo los tontos caen víctimas así. Además, tú y yo nos hemos aprovechado de innumerables humanos. Sabes que los débiles son comidos, ya sean humanos o Señores Demonio. En primer lugar, ¿querrían los otros Señores Demonio ser liberados de tal regla?"

A pesar de que tenía preguntas sobre su destino, el Señor Demonio [Dragón] no encontró que fuera tan malo estar atrapado en tal destino. Y por esta razón, los dos Señores Demonios nunca estarían de acuerdo en el tema.

"Señor Demonio [Dragón] Astaroth, tú que siempre has seguido el camino correcto nunca lo entenderás."

El Señor Demonio [Negro] se rindió al tratar de persuadir al Señor Demonio [Dragón]. Para él, este último era un anciano no sólo en apariencia sino también en la mente y por lo tanto demasiado obstinado para cambiar.

La razón por la que [Negro] vino a este lugar no fue porque pensó que podía parar a [Dragon], no, era para ganar algo de tiempo. Y aunque todavía no había ganado lo suficiente, tendría que valer.

"Sí, no lo entiendo. Lo que sí entiendo, sin embargo, es el hecho de que hiciste lo que quisiste y empezaste esta lucha. No importa cuán grande sea, tu caso es irrelevante; tendrás que morir."

Tan pronto como [Dragón] terminó esa afirmación, sus dragones volvieron a hacer sus ataques de aliento.

Sin embargo, en ese mismo momento, el Señor Demonio [Negro] desapareció.

Esto fue un efecto de su habilidad. Al activarla, pudo esconderse en otra dimensión a través de una sombra.

"No seas demasiado engreído. Aún no hemos perdido. Vamos a matar al Señor Demonio [Bestia] y serás el siguiente. ¡Sólo a ti nunca te perdonaré! ¡Te haré pagar!"

Su habilidad era versátil pero no fuerte. Era razonable creer que no había ido lejos.

Y sin embargo, el Señor Demonio [Dragón] no dio persecución.

Dar persecución estaría más allá de su tarea. Todo lo demás después de esto estaba en el reino de la responsabilidad de [Creación].

No quiero consentirle demasiado, [Dragón] pensó mientras se subía a un dragón y se disponía a volver a su calabozo.

También pensó por qué el enemigo apuntó a [Bestia].

¿Fue verdaderamente para mostrar su poder derrotando a los tres Señores Demonio más fuertes de la actualidad y así dar paso a una nueva era, o más bien a su nueva era?

Después de un tiempo, el dragón a su lado le dijo telepáticamente al Señor Demonio [Dragón] que el Señor Demonio [Tiempo] había llegado al calabozo del Señor Demonio [Creación].

En reacción, una suave sonrisa apareció en la cara de [Dragón].

"Así que Dan se ha movido, ¿eh? Ese [Creación] ciertamente es interesante. Con él en el centro de todo esto, Marcho, Dan y yo también participamos. Me perdí esto. Pero de nuevo, no pretendo ser un viejo senil que recuerde los días pasados. Si ese [Creación] vive a través de esto, entonces supongo que no me importaría tenerlo como novio de Stolas. Será mejor que arregle su vestido de novia."

Con ese pensamiento, todos los rastros de su crueldad desaparecieron de su rostro. Su cara era la de un viejo gentil ahora.

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